Un aislamiento térmico robusto para garantizar la eficiencia energética del edificio
agosto 18, 2015 Synthesia Internacional Aislamiento de un edificio, Edificios saludables,Eficiencia Energética
La eficiencia energética es la prestación clave de un edificio sostenible y consiste en conseguir un diseño que garantice una demanda reducida de energía a lo largo del tiempo.
El óptimo aislamiento térmico de la envolvente juega un papel fundamental, junto con los cerramientos de los huecos. El tratamiento de los puentes térmicos, limitación de lasinfiltraciones de aire y una correcta ventilación controlada son los factores que marcarán la diferencia.
En la fase de diseño todos estos elementos se deben tener en cuenta, y además, la necesidad de que se mantengan las prestaciones con el tiempo, es decir, la durabilidad de los sistemas instalados.
De lo equipos esperamos un plan de revisión y mantenimiento; pero de los elementos constructivos que forman la envolvente, esperamos que perduren toda la vida del edificio, con las mismas prestaciones que el día que se instalaron.
El deterioro del material de aislamiento térmico en contacto con el agua de lluvia, el control de humedad por condensaciones y las infiltraciones de aire se convierten en riesgos de deterioro a tener en cuenta para garantizar la eficiencia energética de los edificios.
Los edificios de alta eficiencia energética requieren soluciones constructivas robustas: un material aislante mojado no es eficaz. Una absorción de humedad tan baja como el 1% en volumen, bien por filtración de agua o bien por condensación del vapor, puede suponer en algunos materiales aislantes que se duplique su conductividad térmica, lo que significa que su resistencia térmica pasa a ser la mitad. También influye en la pérdida de resistencia y el deterioro de su integridad y estabilidad. En la práctica pasará a ser una zona donde se concentren las pérdidas energéticas.
Otro factor, como las infiltraciones de aire, generan también deterioro. El ambiente exterior afecta a las propiedades de algunos materiales aislantes, provoca la acumulación de polvo, suciedad y en definitiva la pérdida de las prestaciones asociadas al producto seco, limpio e íntegro que se instaló el primer día.
El caso de la espuma de poliuretano
El valor de conductividad térmica de la espuma de poliuretano hace que este material de aislamiento térmico sea muy robusto frente a cualquier otro efecto como pudiera ser la presencia de humedad, la suciedad, la falta de estanqueidad al aire, la presencia de huecos en el aislamiento, el deterioro del mismo o la falta de integridad física.
La estructura celular del poliuretano proyectado garantiza:
- impermeabilidad al agua,
- imposibilidad de entrada de partículas en su estructura interior,
- estanqueidad al aire,
- ausencia de juntas,
- mantenimiento de la integridad física del producto.
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